Mi gran familia griega

No somos griegos, pero la familia de mi gran boda griega es lo más cercano que se me ocurre para intentar acercarme a la nuestra. Somos un montón de gente, ruidosa, incluso con canciones propias, que ya nadie sabe si las inventó la familia o si son copiadas, ni importa la verdad. También tenemos un libro de recetas familiares, gracias a las grandes ideas de los tíos.

Estamos capitaneados por una bisabuela fenomenal, en plenas facultades, guapa, salada, que cocina tan bien como su cargo implica, con especialidad en croquetas, que ya han triunfado en tres generaciones y entregada a la causa, divertida y muchas más cosas, todas buenas. Tenemos un poco de todo, la tía que se merece tres estrellas Michelin, el tío que nunca pasa desapercibido, el más callado con gran sentido del humor, el que sabe de todo sin darle importancia, la tía agradablemente distraída, la más graciosa, la discreta y muy agradable…hay un poco de todo y, todo fantástico. Nos reunimos unos treinta y tantos de edades comprendidas entre los noventa y pico y los 10 meses ( de momento ) porque la tercera generación está apenas inaugurada y nunca nos aburrimos.

Somos gritones, nos quitamos la palabra, nos reímos los unos de los otros, comemos un montón, discutimos de todo, nos peleamos a veces, pero siempre en buen tono…No siempre estamos juntos, porque con los años nos desperdigamos cada vez más por el mundo, pero, intentamos reunirnos para fechas importantes. Incluso hay reuniones anuales para ver a uno u otro en los más variados lugares del mundo…Y todo el que puede se apunta. A veces nos presentamos en casa de los otros sin más, porque nos queremos de verdad, y las puertas siempre están abiertas.

Los cumpleaños siempre se celebran con mucha gente, muchas risas y mucha comida, y siempre lo pasamos bien; nos distribuimos entre la zona de fumadores ( la cocina normalmente)y el salón correspondiente, que todos tienen acondicionado para reunir a tanta gente, y, con tantos como somos hay meses en que hay casi una onomástica por semana…La parte mala es que así es difícil mantener el tipo, entre tanta comida…la buena es que siempre que vuelves a casa tienes la oportunidad de verlos a todos, porque por si fuera poco los domingos por la tarde también hay reunión, a la que si no están todos los que son si son todos los que están…

Esta es mi familia, una familia grande, bonita, con una pizca de cada condimento, con mucho sentido del humor y una gran cohesión. En la que lo más importante es el gran corazón de quienes la forman. No la cambiaría por nada. Y espero seguir así siempre. Desde aquí mi pequeño homenaje a todos ellos. Mi amor y mi cariño.

Un beso. Lola