miércoles, 18 de enero de 2012

Regreso…a los años veinte


Para los que nos gusta soñar despiertos, la idea evocadora de vivir en un tiempo pasado, como si nos hubiéramos convertido de repente en protagonistas de la película de Woody Allen , nos resulta atractiva y seductora. No llego a ser su  último personaje, obsesionado los años veinte del pasado siglo, y, para el que cualquier tiempo pasado fue mejor, pero, sin lugar a dudas la originalidad y el detalle de las ropas de aquel tiempo me siguen conquistando y creo que conquistarán por muchos años a todo seguidor de la moda que se precie, y,  de alguna forma siempre estarán presentes…

Pocas disciplinas habrá que beban tanto una de la otra (y con tan estupendos resultados) como el cine y la moda, una de las tendencias más repetidas en los últimos tiempos, es, como no el regreso a los felices veinte por obra y Gracia de la famosa “Midnight in Paris” o de la más recientemente la ya premiada en los Globos de Oro entre otros, “The Artist”-entre otras, claro. 
"El velo pintado"
"Regreso a Brideshead"

"Midnight in Paris"















Y como soñar es gratis, cierro los ojos ¡y ya está!, me encuentro sumida en esos fabulosos tiempos, y, al abrir mi armario, lo encuentro repleto, como si del baúl de la Piquer se tratara, de cintas, todo con estilo único, con un aura de romanticismo, el gusto por Egipto repetido en mis pulseras, pendientes, las cajitas donde guardo todo… El Art Decó también muy presente en la decoración de la estancia, en los bordados de flores de las ropas, la liberación de la silueta femenina reflejada en unos vestidos que, por sí mismos, parecen flotar, con la paradoja de lo refinado, lo artesanal, los encajes, las cintas por doquier...


Y mis sombreros…todas las chicas los lucimos pegaditos y coquetos, con detalles de raso, de estilo casquete, con ala pequeñita, algunos también con rejilla, de variados colores a tono con todo mi vestuario. Para la noche, las cintas en la frente, con plumas y pedrería.


Con detalles de bordados, brillos… la noche no abandona el lujo; la seda y la muselina como  telas preferidas, que permiten el movimiento fluido de las mujeres con mayúsculas, que, nos inspirabamos en la Meca del Cine, Hollywood, que ya tomaba forma y aunaba las diferentes escuelas del séptimo arte, lanzaban sus estrellas fulgurantes, a las que, las más presumidas queríamos (entonces como ahora) parecernos.



Y qué decir de los vestiditos, etéreos y cortos por la rodilla, mientras las chicas, más guerreras que nunca, luchan por sus derechos, la ropa plasma la transformación de la sociedad, el destierro de hierros en corsés y enaguas aparatosas que no permitían libertad de movimientos, y la revolución también para los atónitos caballeros, que pasaron de desear ver un tobillo a contemplar las piernas de las mujeres, que, por fin las lucían, y, es que ¿hay algo más sexy que un tobillo?





Me gustan particularmente los zapatos bicolores, también los que se atan con coquetos lazos…

Y lo mejor de todo, es que ya volviendo a la realidad, hoy podemos coger lo mejor de cada época, un poquito de aquí y otro de allá, mezclarlo y dar con un aspecto único, en este tiempo tan distinto a los veinte del pasado siglo, en que, la moda ya no sólo la imponen los diseñadores, sino las  tiendas destinadas al gran público, la globalización, la calle, y, cómo no, internet…Así que para los seguidores de la moda con un poquito de estilo propio añadido al encanto de cada cual, conseguimos una versión propia y una adaptación de la época…













Tocados de Cherubina



Rebuscando en el baúl de los recuerdos encontramos no pocas muestras de estilo, de entonces, e influjo en el arte de ahora Divino… Los tocados inspirados en estos años, juegan con redecillas, plumas, brillos…un lujo para la vista. Una pena que anticuarios y tiendas de segunda mano sean tan caros…Pero siempre nos quedarán los diseños actuales, inspirados en los de entonces, algunos, incluso mejores…



Las novias fueron coquetas y, con unos vestidos muy bien cortados, y, claro, son inspiración constante.








Los peinados, con ondas al agua, o rizados, al gusto de la época, con las melenitas cortas, ¡por fin las chicas nos cortamos la melena!…Y sí, señores, incluso inspiraron en los cincuenta a la mismísima Marilyn…







Los caballeros con esa sastrería…Ojo, señores: un traje bien cortado nunca pasa de moda, y, un chaleco que siente bien para las ocasiones tampoco…




Con aspecto pulcro y arreglado…




 

Con pajarita, o corbata, muy vestidos.









Se puso de moda el pelo muy peinado, pegado o hacia atrás ( otra vez el cine )





 


Y los sombreros, de ala, elegantes y toque final del atuendo.












En resumen, unos años dignos de inspiración, para estar guapas y guapos…como entonces, pero mejor, como ahora.


Un beso. Lola


1 comentario:

  1. Que elegantes los años 20. Lo curioso es que en su momento supusieron una ruptura con el pasado, que se consideraba demasiado formal.
    ¿Alguna vez alguien volverá la vista a, por ejemplo los 80 y le parecerán elegantes?
    Que miedo

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