jueves, 26 de abril de 2012

La familia rural





O familia ioaaaaar ioaaaaeee ioaaa ioaaaeee, porque este fin de semana hemos estado en Navarra,  y  la experiencia ha sido para repetir en todos los aspectos; tierra hermosa, verde con todas las variedades del color ( que son no muchas sino muchísimas), con un montón de pueblos con encanto, el agua cada dos pasos enriqueciendo la tierra, las iglesias románicas que salpican cada lugar, las ermitas en lo alto de las montañas y la magia que desprende toda la región, a cada paso…La inmejorable compañía de la familia que no hay más que una (menos mal, si no, con todos los que somos, a ver donde nos metíamos seis…)


No conocía Navarra, la verdad y me ha sorprendido muy gratamente: rica y cuidada, a cada paso por las calles de sus pueblos empedrados trae recuerdos y nostalgia de tiempos pasados, sus casonas de piedra cuidadosamente arregladas, con sus escudos heráldicos en las fachadas y su elegancia atemporal. Hemos comido fenomenal y hemos podido admirar sus paisajes y disfrutar de paseos entre antiguos árboles y flores silvestres que crecen por doquier salpicando el verdor y llenando de color y alegría el paisaje.



El hostal es punto y aparte: www.hostalruralioar.com es una casa de 1780, en la que doy fe que la definición que aparece en su página web es cierto: “Un palacio que ha sido rehabilitado con el amor y el buen hacer que sólo el tiempo es capaz de transmitir, pero con el confort y las tecnologías que nuestra época demanda”… “utilizamos biomasa para la calefacción y suelo radiante en todo el hostal” El suelo radiante es un gran acierto, pues consigue que sea más agradable aún, y que andar descalzo por la casa se convierta con frio en un placer. En el comedor, la chimenea nos ha proporcionado momentos muy agradables, todos reunidos alrededor del fuego, charlando y calentitos. Está recién rehabilitado, con un gusto exquisito y además, los muebles están elegidos con detalle, ya que, además de hermosos y apropiados, son muy prácticos. Todo es nuevo, ya que está recién reformado lo cual, en cualquier hotel es un valor seguro. La cocina está totalmente equipada.


Sorlada es un pequeño pueblo encantador, por el que pasear se convierte en una delicia.


San Gregorio en Sorlada es una Basílica (antiguo monasterio) Barroco impresionante, con vistas al valle y una majestuosidad inesperada.


Pero mi debilidad son las pequeñas iglesias coronadas de torres románicas antiguas y a menudo con nidos y cigüeñas sobre ellas que dan si cabe más hermosura y vida a sus pueblos.


Olite es una ciudad monumental, "Estoy seguro que no hay rey que tenga palacio ni castillo más hermoso... no se podría decir ni aun se podría siquiera imaginar cuán magnífico y suntuoso es dicho palacio". El jardín colgante de la reina es espectacular. Y el castillo está fabulosamente rehabilitado. Las murallas romana y medieval dan la bienvenida al turista y acogen dentro de la ciudad al visitante que dirige sus pasos por el centro histórico hermoso y recogido.


Nájera ya en la Rioja; con sus montañas de rocas desnudas, su río caudaloso con sus riberas cuidadas y el monasterio de Santa María la Real, precioso.




Desde sus grandiosas y espectaculares bodegas (por su ruta del vino) a sus increíbles poblaciones, en las que hay que contenerse al pasar para no parar en cada una. Una estancia inmejorable de la que sólo hay buenos recuerdos y ganas de regresar, ya que Navarra se ha mostrado como una tierra llena de promesas, con mucho aún por mostrar...

Un beso. Lola



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