Metidos en fiestas...

 

Así como quien no quiere la cosa ya estamos ahí, al ladito de noche buena a nada de la última del año y junto a los Reyes Magos, esa tradición tan propia como cañí, y que cada año se ve más denostada y engullida por el fantasma del nórdico enorme vestido de rojo...

Porque si algo caracteriza las fechas en las que nos encontramos, sin duda son las tradiciones:

La lotería: Que si los décimos del trabajo, los de los amigos, las participaciones de la parroquia, de la falla de la prima de mi amiga...El caso es que la lotería ha sido hoy y yo entre paseos con mis "Pin y Pon" me he enterado de refilón, así como quien no quiere la cosa...A ver si luego veo el telediario aunque sea on-line para saber que han hecho los afortunados. Y es que aunque todos los años se repiten idénticas imágenes, no puedo evitar emocionarme y alegrarme por todos los que año tras año celebran el premio, con la sempiterna botella de champagne, la sonrisa enorme, alguna lágrima, los abrazos...

La cena de empresa. Por desgracia este año no me toca ( a ver si hay suerte el próximo) aunque recuerdo algunas soporíferas y otras que mejor olvidar...pero lo cierto es que esa se repite cada año, y consigue aunar gente de lo más variopinta, que de otro modo sería difícil ver en el mismo local.

Las comilonas familiares. Con niños, maridos y mujeres de, nuevas novias y novios (super-divertido) y todo el ajetreo que conllevan. El reunirse con los que ves y con los que casi nunca ves, y el pasar un rato agradable con los que más quieres.

Papá Noël. O ese anciano barrigón que-se-supone baja por la chimenea (ni idea de cómo accede a mi casa) pero lo cierto es que aunque yo soy más de reyes, al final lo cierto es que este señor en cuestión de fechas gana por goleada, porque los nenes tienen dos semanas para disfrutar de sus regalos.

El día de noche buena y Navidad. Englobado dentro de la tradición comilona familiar. Lo cierto es que cada vez pierde más el sentido religioso. Aun así celebramos estar juntos. Y eso es muy bonito (al menos a mí me lo parece).

Nochevieja. Para mi, sin duda la noche nostálgica del año por excelencia. Hace años tambien era una ocasión para ponerse guapa, hoy eso me lo pierdo, ya que se ha convertido en otra fecha familiar (tener niños pequeños manda) pero no por ello deja de llenarme de sentimientos encontrados. Me llena de alegría y esperanza y por otra parte me invaden los recuerdos...

Año nuevo. Otra comilona, al menos en mi caso. Me gusta este día porque nunca he llegado a él muy perjudicada (la parte buena de no salir tanto), me resulta alegre y lleno de novedad y al contrario que el anterior para mí en este impera el optimismo. Ah y otra cosa estupenda es ver las caras de los jovenzuelos que sí que salieron la noche anterior...je je

Noche de Reyes. Con niños es definitivamente una noche única. Recuerdo muy bien como me sentía yo de pequeña y me gusta un montón ver todas esas emociones en la cara de mis peques. La cabalgata, el acostarse pronto, los nervios...y todo lo que difícilmente se puede explicar...

Y de repente...la rutina, con el cole de nuevo, la vuelta a los horarios y ¡a correr! Y hasta el año que viene. Ahora que lo pienso: mejor disfrutar de estas fechas que pasan volando.

Un beso fuerte y felices fiestas para todos. Lola