Porque no sólo nosotras nos arreglamos, nos
ponemos guapas y queremos ir elegantes a las fiestas; cuando hay una
celebración, ellos como ellas se arreglan, así que aquí sirven las mismas
premisas que para nosotras, al menos en algunos aspectos:
Lo primero, la etiqueta la marcan los novios; no es
lo mismo una boda con chaqué en la que los invitados deben ir al menos bien
arreglados, que una boda en la playa en la que los novios indican que hay que
ir de blanco, o una boda en la que se realiza una celebración totalmente
informal, a la cual se puede ir como se quiera.
La boda formal:
El novio y
sus invitados principales van con traje: Así los invitados deben ir también en traje, o con pantalón y
chaqueta. Lo adecuado es ir con corbata, no obstante eso puede ser discutible.
En cualquier caso, no está de más recordar que un chico “trajeado” siempre va
mucho más guapo. Aunque para eso si no solemos llevar esta indumentaria debemos
procurar llevarlo con naturalidad, casi olvidarlo; ya que si no tirará de todas
partes y eso aparte de ser incómodo se nota y queda un poco raro…
El novio y
sus invitados principales van de chaqué (o de frac, aunque suele ser menos usual) en ese
caso los invitados deben ir al menos de traje.
El pantalón gris con chaqueta azul
marino siempre es una opción
más que aceptable: es elegante y menos arreglado o “puesto” que un traje al
uso.
El chaleco es un accesorio que viste mucho,
inmediatamente “formaliza” el traje al que acompaña. Maestros en combinarlo son
los hombres de la familia real inglesa, siempre en colores claros: el gris es
una opción que no falla, aunque hay otras combinaciones que son acertadas, hay
que probar, calibrar…
La pajarita es una opción muy de moda, para dar ese
toque muy personal a nuestro traje, pero ojo, procurando siempre dar “un” algo
distinto, sobre todo para evitar que nos confundan con el camarero… Los estampados
originales, como lunares, cuadros…son divertidos, originales y dan “algo” a ese
toque tan retro que de por sí entraña el accesorio.
La boda informal:
Depende del estilo de cada uno, como siempre los novios mandan y si ellos
indican que van a ir muy informales, pues eso: ni se va bien poco arreglado ni
demasiado, no sólo en esta ocasión en ninguna, así que como muy arreglados
podremos ir con camisa informal acompañada de pantalón liso, y camiseta y
vaquero será un atuendo aceptado, ya que seguiremos la norma así.
A veces los novios piden a sus
invitados ir de blanco (es
costumbre en las bodas de playa) en cuyo caso una camisa de hilo o similar será
ideal que, o bien será de manga corta, o, incluso aún mejor, podemos subirle
las mangas, en otras ocasiones simplemente indican a grandes rasgos como irán
ellos, no debemos ir nunca más arreglados que los novios, aunque, siempre hay que
procurar adecuar nuestro estilo a lo que marque la etiqueta de cada lugar.
Ya lo he dicho en otras ocasiones: una cosa es arreglarse más o menos de lo que
acostumbramos y otra muy diferente disfrazarnos.
“Para gustos colores” y ya se sabe que el refranero popular pocas veces engaña,
así si seguimos las normas clásicas los trajes negro, azul marino y gris son los
más elegantes tradicionalmente. En camisas, las claras: blanca (nunca falla), azul
claro, o incluso rosa claro. En los últimos años se llevan los trajes de
colores claros, como siempre cada uno debe ver y calibrar lo que quiere y cómo
lo quiere llevar. Las camisas oscuras también han sido tendencia recurrente,
hay personas que están realmente favorecidas con estos colores, así cada cual
debe decidir, no obstante el estilo clásico con complementos un poco atrevidos nunca
falla; y aquí entran en juego las corbatas y el pañuelo de la solapa. Los colores
para estos deberían destacar sin hacerlo en exceso; es decir una corbata
y/o pañuelo “casi fosforito” desentonará, sin embargo si es dos o tres tonos
más “subido” sin caer en el exceso el estilo será llamativo en su justa medida
y quedará elegante. El contraste es bonito, pero los colores apagados (no
chillones) suelen dar al conjunto un tono más elegante y favorecedor.
Los zapatos.
No hace falta que compremos zapatos nuevos para cada boda, no obstante deben
estar razonablemente
nuevos y sobre todo impecables ( al comienzo de la misma, claro). Los
clásicos una vez más no fallan.
¡Y ya sólo queda
disfrutar de la boda!
Un beso. Lola
Apuntado! Espero me haga caso el señor "No me pongo un traje ni por saber morir" .... a ver si puedo convencerle. La opción de chaqueta y pantalón creo para él estaría bien ..... Gracias. Muy buenas ideas!
ResponderEliminarBuen resumen de los principios básicos. Especialmente interesante la idea de que ir más formal o arreglado que los novios no es en absoluto apropiado, parece de lógica, pero hay mucha gente que lo olvida.
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