Deliciosa Meryl

Imposible  volver la vista atrás a mis recuerdos cinematográficos y no tenerla siempre presente, desde “Kramer contra Kramer” (su primer Oscar) en la cual su imagen era muy distinta, tan joven y casi de hada, con aquella melena larga y rubia, a “Memorias de Africa” en la que se metía en la piel de Karen Blixen, cambiaba de aspecto de forma radical, morena y con aquel pelo tan rizado, y por la que, curiosamente aunque estuvo nominada no ganó el premio a la mejor actriz Americana.  Su segundo Oscar fue por “La decisión de Sophie”. Imposible no recordarla en “Los puentes de Madison” en la que era un ama de casa hastiada de su vida, regordeta y daba el contrapunto al gran Clint (Eastwood, claro)…¿Y la mala malota de “El Diablo viste de Prada”?

O en uno de sus papeles más recientes en “Julie & Julia”, como famosa chef americana Julia Child…O en “Mamma Mia” que ella misma descubrió cuando fue a ver la obra a Brodway y por el que no dudó en hablar con los productores antes incluso de que el proyecto de la película fuera firme, y en la que nos asombró: ¡Canta, baila y hasta salta a los sesenta! Un espectáculo de alegría y un musical entretenido y ameno. Después de ver tantas actuaciones suyas, una piensa que ya lo ha visto todo, pero a pocos días de los oscar y ante el aluvión de premios y críticas favorables de "La Dama de Hierro"con una mimetización con el personaje de la Señora Tatcher sorprendente, Meryl Streep se encuentra a las puertas de un  nuevo Oscar.

El secreto-creo yo-es que ella es una mujer de verdad, y que a la vez es una actriz de verdad, capaz de entregarse a su trabajo tanto como el papel requiera, pero que sabe dejar atrás sus personajes y bordar los más dispares caracteres, y, eso es sin duda muy difícil de lograr, todos conocemos actores que repiten cual si estuvieran atrapados en “el día de la marmota” los mismos registros  una y otra vez…

Jessica Lange, o lo que queda...

Sin embargo Meryl es una actriz. Y no pretende ser más. No asiste a grandes saraos ni tampoco necesita de publicidad constante, sólo cuando la película en cuestión lo requiere, y eso, los espectadores lo agradecemos. Tampoco es una Diva que se obsesione con su aspecto, sabe reír, y ser natural, y no intenta ser otra, ni se ha retirado para que no la veamos envejecer, lo lleva de una manera mucho más lógica y natural. Aunque seguro que se ha hecho sus “arreglillos” no es de plástico (¿Alguien ha visto últimamente a Jessica Lange?)…

por nombrar sólo una actriz estupenda y guapísima que se ha convertido en una máscara sin movimiento ni expresión y que es una caricatura de lo que pudo ser. Porque sin hacer un alegato de la arruga la Streep está estupenda, quizá porque nunca fue una belleza ni falta que hace. A veces con ser como se es, ya se es perfecta.

Así que desde aquí vaticino otro Premio más, y ya van unos cuantos, ¿pero saben lo mejor? Tampoco creo que le quite el sueño, seguro que le gusta el reconocimiento, los halagos, las fotos, la promoción y porque no decirlo: el dinero, pero si no gana, mañana seguirá trabajando. Y con eso basta.