Vittorio y Luchino se van de viaje…

 

 

Qipao se llama su colección e inspirada en el exótico Oriente: la pasarela se llenó de nuevo de flores, colores brillantes, encajes y transparencias pero interpretados de manera totalmente distinta: partiendo del kimono, decorando las piezas con superposiciones florales, rasos, encajes que son en ocasiones transparentes y gasas sin forrar y sus estampados, que mezclados entre sí, dieron una nueva dimensión a la moda de los diseñadores andaluces.

 

 

 

 

 

 

 

Las faldas de vuelo alternan con otras de corte recto, y las cinturas marcadas en ocasiones con cinturones de inspiración japonesa contrastan con los vestidos sueltos.

 

 

 

 

Sus colores son vibrantes sin llegar a los ácidos: van del azul eléctrico, pasando por un rosa chicle muy favorecedor, el amarillo canario, el verde turquesa…y los detalles plateados que para la noche cobran más protagonismo.

 

 

 

 

Los lunares alternan con las flores, y simbolizan de alguna manera algo así como si los sureños quisieran seguir insistiendo en sus orígenes en esta colección totalmente sorprendente para el observador acostumbrado en la más pura inspiración andaluza. Sin embargo su ropa no desmerece, a veces embelesa y otras su colorido llena el ambiente.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Y lo mejor del desfile el vestido-kimono brillante impactante y que yo llevaría y que sugiere largas, románticas y lejanas noches…

Un beso. Lola