viernes, 13 de abril de 2012

Una de vaqueros




Empiezo a ser de una generación antigua; vaya, que los años pasan y que cuando tienes que buscar tu fecha de nacimiento en el ordenador para rellenar tus datos personales y retrocedes demasiado o te acuerdas de que “en tus tiempos…” pues eso significa que –algunos- de los que me lean ya no se identificaran conmigo, pero otros se acordarán de ver los domingos por la tarde tumbados en la alfombra pelis de vaqueros y, claro, luego a jugar a eso: a indios contra vaqueros, y, además a pasarlo bomba…Ahora los niños ya no se tumban en la alfombra (no se vayan a hacer daño en la espalda), tampoco pueden jugar a algunos juegos (por violentos y definitivamente racistas) y ni hablar de ver nada más en la caja que a Pocoyo (no les vaya a dar un “telele”…)



Pero no nos desviemos, y es que últimamente me ha dado por retomar el género. Y el Western es un tipo de cine controvertido, a unos les encanta y a otros les horroriza.


Yo he de decir que me he tragado obras supuestamente maestras que me parecen infumables y otras que aunque duraban dos horas ( sí; las pelis de vaqueros siempre son largas) al final dices, pero ¿ya? ¿Ya se acaba?...y eso es lo que me ha pasado el otro día con “La conquista del Oeste” una película innovadora (para la época) dirigida por cuatro directores, que con maestría aúnan las cuatro historias que se entretejen para mostrarnos la forja no sólo del oeste sino de un país: Estados Unidos, cómo no de una manera épica y casi mitológica, al más puro estilo americano, que sin embargo no resulta cargante sino curiosa y con la visión crítica adecuada; reveladora.

Los actores están a la altura de tamaña empresa, y, lo mejor es el guión; y los personajes que son estereotipos de cada momento y lugar y que muestran la realidad ( ya digo, filtrada también, pero con gracia) de aquellos pioneros americanos que no tenían nada que perder salvo sus propias vidas…La historia de la humanidad que por desgracia se viene repitiendo hasta nuestros días…

Desde éstos hasta sus hijas: una de las cuales continúa con el legado y la tradición paterna y la otra que prefiere buscarse la vida antes de continuar por polvorientos, ajenos y peligrosos caminos que la llevarán a lugares inciertos.


En la vida de todos los implicados en cada historia acabará mandando el amor que, será quien acabe decidiendo por ellos sus destinos. La música es excelente, identifica a cada personaje y es preciosa y muy adecuada.

Otro western  “Duelo al Sol” antigua en su peor acepción, con un personaje femenino caótico e incomprensible, en el que además los guionistas han querido identificar a la india con una gitana, con lo cual resulta extraño y cómico a la vez…






Y los personajes masculinos tampoco se salvan precisamente; volubles, incomprendidos, intolerantes y tontos a más no poder, ala; ya lo he dicho. -Gregory; no sé en qué estabas pensando, con lo bien que tú actuabas-...






Claro que no me extraña que la película sea tan mala; se pretendía el lucimiento personal de la actriz protagonista (novia del productor) y pésima actriz no: un poco peor, además la producción se interrumpió en multitud de ocasiones y ni el mismo director sabía cómo quería definir a sus personajes, una colección de despropósitos digna de mención…Además de un final que no tiene desperdicio por malo remalo y absurdo total.





La última (por hoy) “Centauros del desierto”; lo primero a reseñar el título, desde luego el traductor deberían haberlo contratado (con muchos ceros) en Hollywood, porque el original “The Searches” (Los buscadores) no tiene el encanto ni la magia del español y además, ahora entiendo a mi abuela, a ver quien no se enamoraba de aquel vaquero alto, fuerte y bueno; que era John Wayne, las películas del oeste no eran nada sin él, y aunque su personaje es un poco extraño (guiones al estilo de los cincuenta), él consigue que el carácter y la película resulten no sólo creíbles sino muy conseguidos.



El director es John Ford, un maestro del cine y con esta película queda claro el porqué.  En un filme en el que el bueno de Wayne lleva el peso sin que se note, los secundarios lo acompañan maravillosamente.  Y el final, ¡Qué final!...









Técnicamente supuso una serie de innovaciones que después los mejores directores no han desdeñado. Así que esta es una película más que recomendable, con paisajes increíbles ( lo sentimos: no está rodada en Almería), guión ágil, e historia que contar. ¡Ah! que también hay indios, y tiros.

Un beso. Lola






1 comentario:

  1. Si, y como dicen en el curso para no ser gay de la peli In & Out, "John Wayne no baila, apenas sabe andar......"

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